viernes, 30 de junio de 2017

YA SOMOS MÁS DE MIL EN FB!!!








MIL GRACIAS POR SUS RESPUESTAS
LOS GANADORES SON:...



PILI ESPAÑA:  Yo amo las películas románticas por que me hubiera gustado tener un amor así de película.
Algo mágico como el amor de bella y edward.
Increíble como el de me enamore de una sirena.
O que tal el amor de los cuentos de mis popeer que solo con las miradas y cojidas de manos se enamoraron profundamente sus padres se opusieron pero ella se enfrento a ellos por amor pero el final el muere.
Un amor moderno como el de De amor y otras adicciones pero siempre al final triunfa el amor verdadero.
Hay! Quien no quisiera vivir una historia de estas, hay actores tan maravillosos o tienen la capacidad para hacer que se transporte a ese set me hacen sentir la historia como si yo la estuviera viviendo.
Creo que lo que más megusta es cuando dicen se casaron y vivieron felices para siempre.


Kawtcho Chile: "y recordé aquel viejo chiste. Aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina. Y el doctor responde: ¿pues por qué no lo mete en un manicomio? y el tipo le dice: lo haría, pero necesito los huevos." 
Pues eso es más o menos lo que pienso sobre las "películas románticas", ¿sabe? son totalmente irracionales, locas y absurdas; pero supongo que continuamos "viéndolas" porque la mayoría necesitamos los huevos.
Además "siempre se está intentando que las cosas salgan perfectas en el arte, porque conseguirlo en la vida es realmente difícil.”
Frases modificadas de Woody Allen, desde una de las películas más románticas, para mi gusto, que he visto.

jueves, 29 de junio de 2017

REALITY BITES




“Este es el invierno de nuestra desventura”







Esta vez podría colocar mil canciones para escuchar,
pero tuve que decidir: Los dejo con Trash de Suede.




Honestamente no sé cómo empezar a escribir sobre Reality Bites, temo caer en clichés generacionales y corromper la sinceridad que proponen sus personajes, ¿será qué todos nuestros intentos por escapar terminan llevándonos a lugares comunes? Supongo que no puedo evitar caer en ese espacio, porque incluso decir “no, gracias” a cualquier enumeración odiosa sobre lo que queremos evitar, es asumir que pertenecemos a un grupo, a ese que está eternamente cabreado de las imposiciones, las que se meten debajo de tu blusa como una plaga, para terminar convirtiéndote en rebeldes con zapatillas converse o lentes tipo Elvis Costello.

Confieso, que también me vi tentada a dar todo un discurso sobre la Generación X, pero sería absurdo, nací el 85 y sólo tenía una decena de años cuando la película se estrenó. No soy de la Generación X, pero eso no quiere decir que la música no haya marcado parte de mi vida, que no tenga un grupo de amigos, que no esté luchando contra toda esa amalgama llamada realidad y por sobre todo, que no quiera huir de la mala herencia de todas las generaciones anteriores.

No necesito discursearlos, ni decir que odio esto y lo otro, porque en la lucha por pertenecer todos nos unimos de manera extraña. Y así fue como me hice de un grupo de amigos, que a pesar de sus diferencias festejan conmigo las fiestas más inventadas de todas, porque una simple conversación entre nosotros pareciera salvarnos de nuestras más o menos mediocres vidas. Es por eso que esta vez no hablaré de amor, ni de cómo perdí a uno de mis amigos por culpa del sexo, ni de cómo me enamoré gracias a una canción, ni de cuando me dedicaron una; sino que hablaré de ellos, los que batallan conmigo el día a día, con quienes construyo el más realista de los poemas, el que ha impedido que sucumba y evitado que caiga en la más nihilista y vanidosa autocomplacencia.  

Mis amigos. Los que soñamos con vivir juntos en el mismo edificio, y al hacerlo estuvimos a punto de sacarnos los ojos, sin que eso evitara que Viollier 59 se convirtiera en el refugio de nuestras desventuras. Una cerveza, un beso en medio de las escaleras, portazos, vidrios rotos, otra cerveza, palabras y más palabras, silencios con el televisor encendido, Radiohead, Arcade Fire, David Bowie, Blur, incluso Teleradio Donoso. Fight club, Tarantino, guiones a medio hacer, novelas inconclusas, Bolaño, Rayuela, En el camino, todos nosotros en el camino. Esos son mis amigos, los que se besan cuando se apaga la luz, los que pelean con la luz encendida, los que me toman de la mano cuando una gota se asoma en mi pupila. El sur, el centro, la nostalgia, la impotencia, buses, micros y otros. Finalmente, dibujos y un blog. Y heme aquí, escribiendo para ellos y con ellos, porque cada letra les pertenece, porque he robado sus historias, porque han platicado sobre las mías.

En Reality Bites, todo termina con un beso en el sofá, un beso que culmina por sincerar a todos sus personajes. En esta columna yo no beso a nadie, pero sí intento ser honesta, bajar las expectativas, susurrar mi nombre, y encontrar – me más allá de ese rincón donde se encuentra mi sofá, mi beso, mi corazón.



  •          Título original: Reality Bites
  •        Año:1994
  •        Duración:99 min.
  •        País: Estados Unidos Estados Unidos
  •         Director: Ben Stiller
  •         Guion: Helen Childress
  •          Música: Karl Wallinger
  •          Fotografía: Emmanuel Lubezki
  •     Reparto: Winona Ryder,  Ethan Hawke,  Janeane Garofalo,  Ben Stiller,  Steve Zahn, Swoosie Kurtz,  Harry O'Reilly,  Susan Norfleet,  Joe Don Baker,  Renée Zellweger, James Rothenberg,  John Mahoney,  David Spade
  •        Productora: Universal Pictures
  •        Género: Drama. Comedia. Romance | Amistad
  •     Sinopsis :Lelaina Pierce (Winona Ryder), ayudante de producción en un programa matinal de televisión, sueña con ser directora de cine. Mientras llega su gran oportunidad rueda un vídeo de sus amigos en los que estos hablan de su realidad cotidiana, sus ambiciones y su falta de expectativas. Entre tanto, debe elegir entre dos amores, un yuppie y su leal amigo Troy. Drama generacional de joven y conocido reparto que se promocionó como la película de la "generación X". (FILMAFFINITY)



jueves, 22 de junio de 2017

PISO DE SOLTERO (THE APARTMENT)



“¿Cuántos días son necesarios para desintoxicarse de la persona amada?
Tendría que inventarse una sonda para lavar el corazón.”












Se recomienda escuchar a Adolph Deutsch







Querer estar un piso más arriba es algo a lo que todos aspiramos. Elevarnos en cualquier materia con la intención de ser visto por alguien, por otro que nos haga sentir que incluso esa cúspide no vale la pena. Todos queremos estar un piso más arriba. Ahora bien, cómo se llega a él, puede ser un asunto complicado.

The Apartment, de Billy Wilder (1960), muestra el trayecto a ese ascenso, a través de la figura de C.C Baxter (Jack Lemmon), un joven solitario, quien incapaz de negarse a nada, facilita su departamento a sus superiores para que puedan llevar al lugar a las mujeres que se les antoje. De esta manera, Baxter busca conseguir un mejor puesto, para así, darle la oportunidad a una vida que ha postergado. En este camino, se encuentra con Fran (Shirley MacLaine), la ascensorista del edificio, de quien se enamora. Sin embargo, ella mantiene sentimientos por otro, Jeff(Frederick MacMurray), uno de los jefes de Baxter, que utiliza el departamento del joven para engañar a la noble Fran. De esta manera, Baxter se ve enfrentado a una encrucijada, aceptar el ascenso a costa de su dignidad o recuperarla asumiendo la pérdida de su trabajo.

Baxter es un fiel ejemplo, de las trampas que nos pone la vida moderna, la que nos hace creer que cómo asumimos nuestros objetivos careciera de importancia. Sin embargo, la historia nos ha mostrado, que el recorrido ciego a ese lugar de valoración, puede llegar a sumergir al individuo en la más absoluta soledad. Es que la manoseada palabra “éxito” - valor supremo por estos días-, hace creer que no hay tiempo para tomar otras rutas. La ansiedad se convierte, entonces, en el motor que mueve al individuo, quien no logra hacerse de su presente, manteniendo todas sus energías proyectada hacia un futuro que tal vez no llegue.

Así nos encontramos con dos personajes promedios, que buscan alcanzar un lugar donde puedan ser respetados, pero que extraviados se han dejado llevar por los hechos, asumiendo la vida como un sino irrevocable. Fran y Baxter, en este camino han perdido su semblante, construyéndose desde las necesidades de otros, en nombre de sus propias necesidades. Y es aquí donde se me hace necesario aparecer, alzar mi mano, dar un paso al frente, reconocerme en ellos, y acusar mi anterior pasividad, la que me llevó a convertirme alguna vez en amante (si sólo hubiese visto la película antes, no hubiese llevado rímel esa temporada); pues creo que son pocos los que no se han encontrado en el lado de Baxter y Fran. ¿Acaso hay alguien que pueda decir que se ha mantenido intachable en la vereda del frente? Por lo menos yo no. De alguna manera, me he convertido en víctima y hacedora de un programa donde la felicidad se manifiesta como un absurdo espejismo, a la que sólo se puede llegar si nos despojamos de valores que en un principio creíamos intachables. Culpamos al azar, al destino, a Dios, sin darnos cuenta que en nosotros se encuentra la posibilidad de eximirnos. Esa es la lección que nos deja The Apartment, pues en el momento que Bexter decide negarse a una más de las peticiones de su jefe, se vuelve dueño de sus propios actos y digno jugador en este tablero que nos presenta la vida. Así lo asume Fran, quien siguiendo su ejemplo escapa de los brazos del amante, pidiéndole a Baxter que de su mejor jugada. Porque cuando decidimos salir de aquel lugar que creímos que era nuestro destino, logramos entrar recién al mundo de las opciones.
Oh! querido Baxter y Fran, hoy me uno a su equipo, tomo el mazo en mis manos, para comenzar a repartir las cartas. Ya veremos lo que sucede.

  • Título original: The Apartment
  •   Año: 1960
  •   Duración: 125 min.
  •   País: Estados Unidos Estados Unidos
  •   Director: Billy Wilder
  •   Guion: Billy Wilder, I.A.L. Diamond
  •   Música: Adolph Deutsch
  •   Fotografía: Joseph LaShelle (B&W)
  •   Reparto: Jack Lemmon, Shirley MacLaine,  Fred MacMurray,  Ray Walston,  Edie Adams, Jack Kruschen,  Joan Shawlee,  Hope Holiday,  David Lewis,  Naomi Stevens, Johnny Seven,  Joyce Jameson,  Willard Waterman,  David White
  •  Productora: United Artists / The Mirisch Corporation
  •   Género: Comedia. Romance. Drama | Comedia dramática
  • Sinopsis: C.C. Baxter (Jack Lemmon) es un modesto pero ambicioso empleado de una compañía de seguros de Manhattan. Está soltero y vive solo en un discreto apartamento que presta ocasionalmente a sus superiores para sus citas amorosas. Tiene la esperanza de que estos favores le sirvan para mejorar su posición en la empresa. Pero la situación cambia cuando se enamora de una ascensorista (Shirley MacLaine) que resulta ser la amante de uno de los jefes que usan su apartamento (Fred MacMurray). (FILMAFFINITY)