viernes, 22 de septiembre de 2017

CANTANDO BAJO LA LLUVIA (SINGIN' IN THE RAIN)




"El mundo está lleno de miles de cosas que podrían hacernos felices. Pero, ¿lo somos? No. Afirmo que no. Garantizo que no. Aseguro que no. (...) Personas menudas tienen la cara larga, y personas altas menuda cara tienen. Hay gente grande con poco humor y gente pequeña sin ninguno”






Se recomienda escuchar You Were Meant For Me
Interpretado por Genne Kelly y Debby Reynolds




“Estoy cantando bajo la lluvia… el sol está en mi corazón, y yo estoy preparado para el amor”, expresa el actor de cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly), luego de besar a la actriz de teatro Kathy Selden (Debbie Reynolds). El amor cubre la pantalla y así, a pesar de la oscuridad de las calles se aprecia la escena más alegre de toda la película. Incluso la cámara se abre para para sumarse al baile, ampliando los planos, demostrando la nueva libertad del personaje, quien no para de cantar y bailar, porque hay cosas que las palabras dichas simplemente no alcanzan.
Cantando bajo la lluvia, no es sólo un tributo al cine, sino que también una película sobre amor, una que cree en él y en su posibilidad de sobrellevar cualquier dificultad. El film dirigido magistralmente por el propio Gene Kelly y Stanley Donen, nos cuenta los cambios que vivió el cine tras la llegada del sonido, mientras nos relata la carrera de Don, quien junto a su amigo Cosmo Brown (Donald O'Connor) logran llegar al stars system tras un largo camino. Don se ha convertido en un gran actor de cine mudo, mientras Cosmo musicaliza las películas. Para ello, el primero finge una relación con su coprotagonista Lina Lamont (Jean Hagen) por publicidad, quien con una excelente actuación se convierte en la antagonista de la historia.
En ese contexto y luego de su último estreno, Don conoce a Kathy quien crítica al cine mudo y sus grandilocuentes gestos, que nada tienen que ver con la realidad, seduciendo con sus palabras a Don. Esa misma noche les sería a todos revelado la factibilidad de realizar cine sonoro, lo que revoluciona la trama y cambia la perspectiva de los personajes. Una nueva manera de mirar la realidad se abría paso en Hollywood y nadie quedaría impávido. De esta manera, se ven obligado a repensar una de sus últimas películas convirtiéndola en un musical y remplazando la hilarante voz de Lina por el de Kathy. A través de esta estrategia la película nos muestra lo falso que puede ser Hollywood y lo fácil que podemos caer en sus patrañas, porque aparentemente las queremos y necesitamos ¿Acaso no es el público que aspira la prolongación de la relación de Lina y Don a en la vida real? Pero las cosas no suceden exactamente como en las películas, siempre hay un backstage que sobrepasa la apariencia para encontrarse con el más puro amor, aquel que efectivamente el cine evoca, pero no siempre logra plasmar.
Cantando bajo la lluvia, de esta manera es una apología al optimismo y un reclamo contra la apariencia, mostrándonos al mismo tiempo que todo cambio puede ser mejor, especialmente el producido por el amor. Pero el film no te habla de un sentimiento cualquiera, sino de aquél con el que chocas por accidente, en el que sin importar las contradicciones no dejas de sentirte atraído por él o por ella, porque una especie de predestinación se ha manifestado entre estas almas. 
Honestamente, no sé si realmente creo en el amor de esta manera, como si fuese un hechizo que me hará cantar minutos después en un set para declarar mi amor eterno al otro. Sería lindo creerlo, pero ya es tarde, estoy rota o tal vez no tanto, simplemente soy lo suficientemente lista para entender que el amor es mucho más complicado de lo que nos muestran los antiguos musicales, aunque no niego que siempre habrá un sentimiento de nostalgia por creer, creer que el amor existe como un sino irrevocable del que no puedes escapar, pero no hablo de un sino trágico más bien de aquél que redime y te hace cantar bajo la lluvia sin importar nada más a tu alrededor, porque esa lluvia fue hecha para ti, fue hecha por los dioses.

  • Título original: Singin' in the Rain
  • Año: 1952
  • Duración: 102 min.
  • País: Estados Unidos Estados Unidos
  • Director: Stanley Donen,  Gene Kelly
  • Guion: Betty Comden, Adolph Green
  • Música: Nacio Herb Brown, Arthur Freed
  • Fotografía: Harold Rosson, John Alton
  • Reparto: Gene Kelly,  Donald O'Connor,  Debbie Reynolds,  Jean Hagen,  Millard Mitchell, Cyd Charisse,  Rita Moreno,  Douglas Fowley
  • Productora:MGM.
  • Productor: Arthur Freed
  • Género:Musical. Comedia. Romance | Cine dentro del cine. Años 20. Baile. Sátira
  • Sinopsis: Antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden (Debbie Reynolds), el ídolo del cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly) pensaba que lo tenía todo: fama, fortuna y éxito. Pero, cuando la conoce, se da cuenta de que ella es lo que realmente faltaba en su vida. Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont (Jean Hagen). (FILMAFFINITY)



martes, 5 de septiembre de 2017

BREAKFAST AT TIFFANY’S (Desayuno con diamantes)



“¿Sabes lo que te pasa? no tienes valor, tienes miedo, miedo de enfrentarte contigo misma y decir está bien, la vida es una realidad, las personas se pertenecen las unas a las otras porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad. Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno nena, ya estás en una jaula, tu misma la has construido y en ella seguirás vayas a donde vayas, porque no importa donde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma.”










Se recomienda escuchar luego de leer uno de los clásicos del cine
Moon river, interpretado por Audrey Hepburn





No puedo negar que hablar de esta película me pone algo nerviosa, tropezar con un clásico, te hace pensar que cualquier historia adyacente podría terminar por faltar el respeto a la obra principal. Pese a ello lo intentaré, por un lado, porque no se puede tener un blog que hable de historias de amor sin referir a Desayuno con Diamantes, por otro, porque si bien no tengo una vida similar a la de Holly, con el glamour de Holly, sí sé y puedo escribir sobre los días rojos, de aquellos donde “uno tiene miedo y no sabe por qué”.

La película de Blake Edwards, basada en la novela homónima de Truman Capote, trata de Holly Golightly (Audrey Hepburn), una joven que alguna vez aspiró a ser actriz, pero que ha devenido, como lo insinúa el director, a scort. Es quizás este uno de los personajes más carismáticos de la actriz, quien nos hace empatizar con una mujer frívola y profundamente dañada. Holly posee un carácter complejo, disfruta de la buena vida, pero al mismo tiempo vive en circunstancias “precarias”, señalando que no comprará muebles, ni le pondrá nombre a su gato hasta que tenga la certeza que pertenece a algún lugar. Su vida trata por sobre todo de huir de los días rojos, aquellos que van más allá de la simple decepción y nostalgia, de aquellos en que se necesita urgentemente algo de mediana estabilidad para volver a la paz, lo que Holly simboliza en la joyería Tiffany’s. Así, arisca como su propio gato, vemos a Holly intentando incesantemente huir. Cual Madame Bovary no soporta la realidad realista y prefiere sumergirse en vestidos Givenchy y champagne, creando un melodrama que la sobrepasa en más de un sentido.

Asumiendo este cuadro, el film comienza gracias al encuentro entre ella y Paul Varjack (George Peppard), un escritor mantenido por una mujer casada y que no ha escrito en años. Ambos se conocen gracias a la llegada de Paul al edificio de Holly, empezando una relación de cooperación mutua, empujados por la semejanza que ven entre ambas historias. Sin embargo, la relación se topa con un gran problema, el miedo de Holly a quedarse encerrada en una jaula de la que no podrá salir.


Aquí emergen los días rojos de los que ya hablé, cubiertos de fastuosos vestidos y colores extraordinarios. Imagen y traman se contraponen para dejar un velo de melancolía amarga en cada uno de sus encuadres, esto pese a la insistencia de mostrar a New York como una ciudad suficientemente enorme para ser libre o en su defecto, suficientemente enorme para sentirse solo. Paisaje que me conmueve profundamente y que me lleva a cantar Moon the river sentada en mi terraza, mientras pienso en todas las veces que me he sentido así y que he temido, de mí, de los otros, del otro, de ambos. Pienso en las veces que no me arriesgué y paralizada me quedé mirando una vitrina soñando en un mundo que probablemente no llegará. En las veces que hice una fiesta y reuní las mejores flores, vistiéndome con la más sensual de las sonrisas para tapar el enorme vacío que calaba mis huesos. Insatisfacción que ni siquiera la promesa de un buen amor podría cubrir. Tal vez por eso he elegido ser una amante, porque no soy capaz de enfrentar aquella realidad que me mojará con la mejor de sus lluvias, pero esta vez no hablo de una lluvia que te purifica para dar paso inmediatamente a un nuevo amor, hablo de aquella que te deja desnuda y sin caretas, sin nadie a tu lado, sola en la intemperie, pero con la posibilidad de que hoy o al menos por hoy vestiré con mi propia ropa, alejando a los días rojos, avanzando sin grandes ornamentos, porque me basto y me basta mi historia sin sobresalto, porque al menos esa es y será mi historia.



  • Título original: Breakfast at Tiffany's
  • Año: 1961
  • Duración: 115 min.
  • País: Estados Unidos Estados Unidos
  • Director: Blake Edwards
  • Guion: George Axelrod (Novela: Truman Capote)
  • Música: Henry Mancini
  • Fotografía: Franz Planer
  • Reparto: Audrey Hepburn,  George Peppard,  Patricia Neal,  Buddy Ebsen,  Martin Balsam, Mickey Rooney,  José Luis de Vilallonga,  John McGiver
  • Productora: Paramount Pictures
  • Género: Romance. Drama. Comedia | Comedia romántica. Comedia sofisticada
  • Grupos: Adaptaciones de Truman Capote 
  • Sinopsis: Holly Golightly es una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida fácil y alegre. Tiene un comportamiento bastante extravagante, por ejemplo, desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffanys. Un día se muda a su mismo edificio Paul Varjak, un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer madura.