miércoles, 17 de mayo de 2017

IN THE MOOD FOR LOVE



En los viejos tiempos, si alguien tenía un secreto que no quería compartir. ¿Sabes qué hacía? […] subía a una montaña, buscaba un árbol, le hacía un agujero y le susurraba el secreto. Luego lo tapaba con barro. Y dejaba el secreto ahí para siempre.



IN THE MOOD FOR LOVE
Con ánimo de amar









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Una cosa es hablar de amor y otra es intentar lidiar con él, asumiendo la delicadeza que esto amerita.

Debo reconocer que pretender hablar de In the mood for love, me significó varias detenciones. Imposible tratar sobre la película sin tener miedo a destruirla con las palabras, porque en ella todo emerge como si un suave velo se deslizara para no dejar ver por completo lo que pasa atrás. En donde cada instante pareciera desvanecerse como el humo de un cigarrillo. En donde cada gesto, acción, cada palabra, aparecen como una insinuación que cala hasta los huesos. En ella el amor y el dolor danzan en una poesía de inevitable tensión, que nos recuerda los grandes agujeros que el azar teje en este tipo de situaciones.

Wong Kar – wai, logra establecer una poesía visual respetando el pacto de los protagonistas, defendiendo su secreto, sólo permitiéndonos ingresar a él como un voyeur que observa desde las ventanas o las puertas. Y pese a la dificultad que esto supone, narra la cotidianidad de un amor que logra o no logra consumarse. El film nos cuenta la historia dela sra. Chan (Maggie Cheung) y el sr. Chow (Tony Leung), ambos casados, y que por coincidencia terminan mudándose al mismo edificio convirtiéndose en vecinos. Luego de un tiempo se dan cuenta que sus respectivos esposos se han hecho amantes y al percatarse de ello, deciden ensayar cómo se conocieron sus respectivas parejas, con la intención primera de enfrentarlos, para luego intentar pausar el tiempo que los lleva a estar juntos. En esta especie de teatro de supervivencia se deja entre ver que ambos comienzan a involucrarse, al punto que les toca tratar su propia despedida.

Es la contención en la que viven ambos al hacerse cómplices, lo que termina siendo el gran secreto de la película. Pese a su primera negativa de no querer ser como sus esposos, ambos terminan reflejándose en ellos. Todo funciona como espejo, de allí las constantes imágenes de estos frente a uno de ellos, que de paso parecieran proyectarse fuera de la pantalla para acusar nuestros propios secretos.

Antiguamente éstos eran aquellos que se ponían aparte, donde no se podían ver, de allí su etimología. Y bien lo sabe el director, que tal como se dijo, no sólo no nos permite ingresar del todo a los actos de sus personajes a través de una imagen incompleta, sino que vuelve a encuadrar cada escena enfatizando, además, la sensación de encierro que viven los protagonistas.

Puedo apostar que en este tema todos tenemos algo que decir, un secreto que de pronto es ventilado por no encontrar el árbol adecuado a quién contarle nuestro pesar. Porque amar y ser amante, no siempre se vive libremente, sino que se lleva como procesión. Bien lo puedo decir yo, que tras años de cumplir ese papel sólo me queda pedirle al cielo que llore por mí y purifique el aire que se desplaza entre mi cuerpo o nuestros cuerpos, tal como sucede en la película. Porque cuando no se puede expresar lo que se siente, toda la naturaleza llora para redimirnos.


§       Título original: Fa yeung nin wa (In the Mood for Love)
§       Año:2000
§      Duración:95 min.
§      País: Hong Kong Hong Kong
§      Director: Wong Kar-Wai
§      Guion: Wong Kar-Wai
§     Música: Michael Galasso
§     Fotografía: Christopher Doyle, Mark Li Ping-Bing
§  Reparto: Tony Leung Chiu Wai,  Maggie Cheung,  Ah Ping,  Rebecca Pan,  Siu Ping-Lam, Liu Chum,  Chin Chi-Ang,  Chan Man-Lui,  Koo Kam-Wah,  Yu Hsien,  Chow Po-Chun
§  Productora: Coproducción Hong Kong-Francia; Block 2 Pictures / Paradis Films / Jet Tone Production
§     Género: Romance. Drama | Drama romántico. Años 60. Película de culto








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