viernes, 7 de julio de 2017

ANTES DEL AMANECER (BEFORE SUNRISE)


[…] Pero todos los relojes de la ciudad comenzaron a vibrar y a sonar,
¡Oh! No permitáis que el tiempo os engañe, el tiempo no puede conquistarse, en las madrigueras de la pesadilla dónde desnuda está la justicia, el tiempo vigila desde las sombras y tose cuando queréis besaros, a base de dolores de cabeza vagamente la vida se nos escurre y el tiempo hará su capricho mañana u hoy […]
Mientras paseaba una tarde
W.H AUDEN



 






Escuchar antes o después de leer:
“Come here” de Kath Bloom





Observar un árbol, ver una película, leer un libro, conversar. Cada una de estas acciones implica una detención. Interrumpir el continuo transcurrir del tiempo para estar en él, dar sentido al instante, sacarlo del mercado y existir. Significa sentir su respiración pasar por nuestros cuerpos, habitando cada uno de sus suspiros. Dejarse llevar por él y en él, es todo lo contrario a ignorar la fugacidad de su presencia. Hoy, lo natural es intentar escapar, ganarle a su medida. Ansiosos fingimos no tener miedo de éste, soberbios buscamos engañarlo y adelantarnos a sus designios. Pero el tiempo siempre gana, porque siempre encuentra una respuesta.

En este sentido, el director Richard Linklater, en Antes del amanecer, rescata el tiempo del cotidiano para hacerlo extraordinario. La anécdota es simple, dos jóvenes, Jesse y Céline (Ethan Hawke y Julie Delpy), tras conocerse brevemente en un tren, deciden bajarse de él y pasar la noche juntos recorriendo Viena, y lo hacen sumergiéndose en una conversación interminable. Hablan del amor, la muerte, la vida y los miles de etc. que complejizan estos tópicos. Jesse y Céline, se detienen para encontrarse. Porque esa es una de las ventajas que da la detención, la posibilidad de el encuentro.

Hace unos días, un buen amigo me dijo: “añoro ese pasado donde sólo nos reuníamos a conversar, sólo a conversar”. Es que pareciera que ese espacio ha sido conquistado por los medios. Antes escuchábamos música en una fiesta, ahora vemos sus videos. Antes confiábamos en el azar, ahora usamos Tinder. El facilismo quiere hacernos olvidar que la vida, ella por sí sola, es capaz de darnos la mejor de las experiencias.  Jesse y Céline, por su parte, se arriesgan  sólo para pasear, escucharse, reconociendo que lo efímero de esa noche es quizás lo más valioso que puedan tener.

En la película todo es una lucha contra el tiempo, pero no para escapar de él, sino para hacerlo eterno en su pasar. Como dije, reconocerse implica asumir su tránsito, como cuando Céline observa la tumba de una niña de 13 años, constatando su presencia en ese momento.

Esta jugada con el tiempo, es también una jugada de amor, una partida que desafía el miedo propio a la aventura de sentir. Céline tensiona con sus ideales el cinismo de Jesse, haciéndolo pasar por la más románticas de las noches. Mientras éste proclama: “El amor es un escape para las personas que no gustan de estar solos”, Céline reflexiona: “Siempre he sentido la presión de ser el ideal de mujer fuerte e independiente, y que no parezca que toda mi vida gira alrededor de un tipo. Pero amar a alguien y ser amado, es algo importante para mí. Siempre me burlo del asunto. Pero, ¿qué no todo lo que hacemos es una manera de que nos amen un poco más?”

Si bien respiramos sólo por nosotros, añoramos al otro, ese breve espacio entre tú y yo, que puede hacernos creer que Dios existe. Pero me confieso, con el tiempo he perdido la fe, por decepción y temor, huyo de las conversaciones después de la cama. Huyo para no encontrarme con las palabras equivocadas, corro de ese momento, olvidándome que ese instante es tal vez lo único que hay. Y así es como me encuentro sola, absorta en preocupaciones banales que no me dejan recobrar la esperanza. Me pregunto: ¿Qué pasaría si tuviese la valentía de bajarme del tren, de salir de mi ensimismamiento? Quizás, esta sea la única fórmula de conocer a alguien, una persona que haga por lo menos de una noche o un instante de mi vida algo memorable. 

Temo que ya estoy tan herida que lo he racionalizado todo y he olvidado el romanticismo de ayer. Si sólo me arriesgara, me hiciera del tiempo, es posible que todo fuese diferente, pero realmente no lo sé. Sin embargo, ahora reconozco un susurro que me dice: “la respuesta está en el intento”. Tal vez, al menos sólo por hoy, deba intentarlo.



  •        Título original: Before Sunrise
  •         Año: 1995
  •        Duración: 101 min.
  •        País: Estados Unidos
  •         Director: Richard Linklater
  •        Guion: Richard Linklater, Kim Krizan
  •        Música: Fred Frith
  •        Fotografía: Lee Daniel
  •   Reparto: Ethan Hawke, Julie Delpy,  Andrea Eckert,  Hanno Pöschl,  Erni Mangold, Haymon Maria Buttinger
  •       Productora: Coproducción USA-Austria; Castle Rock Entertainment / Detour Filmproduction / Filmhaus Wien Universa Filmproduktions / Columbia Pictures Corporation
  •         Género: Romance. Drama | Drama romántico. Cine independiente USA
  •         Grupos: Trilogía "Antes del"
  •         Sinopsis: Céline (Julie Delpy), una estudiante francesa, y Jesse (Ethan Hawke), un joven estadounidense que viaja por Europa tras ser abandonado por su novia, se conocen en un tren con destino a París. Cuando llegan a Viena, Jesse debe bajar porque al día siguiente regresa a su país, pero logra convencer a Céline para que pase la noche con él en la ciudad. En el curso de esa noche, se conocen a fondo, discuten sobre diversas cuestiones como la vida, la muerte y el sexo.






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