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Excelsior
La neurociencia afirma que enamorarse te
vuelve un adicto y que el término de una relación produce los mismos síntomas
que tendría por ejemplo, un cocainómano al dejar la droga. Si eso es amar, se
puede deducir que hacerlo te lleva a perder la razón. De esta manera, cuando
las cosas no salen como deseas es posible caer en un limbo completamente
contrario al que sentiste cuando comenzaste aquella relación o “no – relación”,
o lo que sea que comenzaste. Lo que te encamina inevitablemente a ese manoseado
punto llamado terapia. Por mi parte: quetiapina, litio, lamotrigina,
topiramato, ravotril, zentius, etc. y más etc., siendo este el precio que he tenido
que pagar por esta jodida adicción.
Una
ruptura, el suicidio de mi tío y la carencia de trabajo, fueron los
ingredientes perfectos para comenzar un tratamiento siquiátrico. Subí más de
diez kilos y nada me hacía mucho sentido, incluso la medicación. No puedo
culpar totalmente a mi ruptura amorosa, pero lo cierto, es que lidiar con ella
en nada ayudaba. Me era sencillo obsesionarme por cualquier banalidad, en ese estado
es fácil caer en muchos lugares que de otra manera no llegarías.
Los
síndromes de abstinencia se hacían cada vez más visibles y para no caer en
autocompasiones continuas buscaba la manera de distraerme, escapar, estar sola
o casi sola. Sin embargo, a veces me animaba e iba al cine, y en una de esas
ocasiones choqué con El lado bueno de las
cosas (2012) dirigida por David O. Russell, la que se basa en la novela
titulada The Silver Linings Playbook,
de Matthew Quick. La película a grandes rasgos
trata de Pat (Bradley Cooper), quien antes del tiempo estipulado por los doctores
deja el hospital siquiátrico de Baltimore. El protagonista había sido internado
luego de encontrar a su esposa con otro, a quien casi mata. Al salir del centro
médico Pat intenta lidiar consigo y la obsesión de volver a encontrarse con su ex
-esposa, a quien desea recuperar, motivo por el que se sumerge en lo que llama un
proceso de autorecuperación. En este camino se encuentra con Tiffany (Jennifer
Lawrence), quien ha sufrido una crisis nerviosa tras la muerte de su esposo,
diagnóstico: trastorno límite de personalidad, mientras que el de Pat: bipolaridad.
Total general: los dos habían enloquecido por amor, sentimiento que de alguna
manera me era entendible a esas alturas.
Al igual que Pat todas las palabrerías que
tenía en mi cabeza las intentaba encauzar en cartas en espera de un destino, o
como Tiffany pasaba noches buscando con quien acostarme solo para sentir por minutos
otra cosa que no fuese la que estaba sintiendo en esos momentos. Nada es tan
fácil cuando se está así, incluso leer Adiós
a las armas de Hemingway te puede destruir. Por eso los 122 minutos que
pasé frente a la pantalla me resultaron de alguna manera esperanzador. Pat y
Tiffany se encuentran y pese a cualquier diagnóstico que haría pensar que su
relación los llevaría a la destrucción, se sumergen en un entrenamiento de
baile que los ayudará a enfocarse y de paso a salvarse.
Ese año la película recibió la tal vez, sobrevalorada
nominación a ocho premios Óscares, obteniendo el de mejor actriz, hecho que
para un amigo fue completamente exagerado. Sin embargo, pese a su opinión
sinceramente creo que, sin tener actuaciones extraordinarias, estas sostienen ese estado de locura latente frente a personajes que
siempre están al límite, ofreciendo la naturalidad necesaria para que se
acerque a ese contexto el humor. Crítica que incluye a los personajes secundarios
que deben sobrellevar sus propios dramas domésticos. Por lo tanto, no se trata
sólo de la trama sino de personajes con los que era fácil identificarse. No es
que me considerara realmente loca, pero si sabía de cóctel de drogas legales,
de crisis de angustias e incomprensión.
Al finalizar el film pensé en la necesidad de
un encuentro y no me refiero a nada romántico, sino al simple hecho de estar
con otro. Había pasado mucho tiempo ensimismada para recordar esa sensación.
Luego, me dije: “Siempre habrá una parte oscura y descuidada de mí, pero me
gusta como todas mis partes”, lo que me reconfortó por algunos minutos.
Iba rumiando esas palabras, cuando al salir del
cine me encuentro con “U” abrazando a otra chica, tragué saliva y seguí mi
camino. Pensé: “el mundo siempre te romperá el corazón, esto está garantizado,
y yo no puedo explicarlo, como tampoco la locura que llevo dentro y las que
llevan los demás”. Me puse a andar hasta que se terminó el trayecto y se me
acabaron las lágrimas, en eso levanto la mirada y divisé en la esquina a un
buen amigo, quien venía con una cerveza en la mano a visitarme. Al verme oscura
y cabizbaja me abraza y me dice al oído: No olvides: “donde crece el peligro,
crece lo que nos salva”. Las palabras son de Hölderlin, pero también de mi
amigo y ahora mías, pues ya ha pasado un tiempo desde esa situación y creo
poder comprender al menos parte de ese lado de las cosas.
DE AMOR Y CABRITAS
Hasta el próximo martes
FICHA TÉCNICA
Título original: Silver Linings Playbook
Año: 2012
Duración: 122 min.
País:
Estados Unidos
Director: David O. Russell
Guion: David O. Russell (Libro: Matthew
Quick)
Música: Danny Elfman
Fotografía: Masanobu Takayanagi
Reparto: Bradley
Cooper, Jennifer
Lawrence, Robert De
Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker,Matthew
Russell, Julia Stiles, Anupam Kher, John Ortiz, Shea Whigham, Brea Bee,Dash Mihok, Paul Herman, Bonnie Aarons, Luisa Diaz, Samantha
Steffen
Productora: Mirage Enterprises / The
Weinstein Company
Siempre hay esperanza, eso me deja la pelicula. La salud mental nos permite ver con claridad y en la angustia eso desaparace, la ansiedda es un miedo a la incertidumbre de lo nuevo, que no nos permite explorar el terreno difuso de estar con nosotros mismos sin compañia. Las relaciones terminan por crisis necesarias y se nos olvida rapidamente cuando el apego activa recuerdos que nos torturan y confunden. Excelente película, independiente de la polémica en torno a su mérito. Gracias por el blog, buenos comentarios.
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ResponderBorrarNory no he visto la pelicula pero me encanto la relacion que hacen. y la dinamica de la reflexion es muy entretenida. Felicitaciones
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